Reconocer las adicciones, primer paso para superarlas

Las adicciones son un tema preocupante y recurrente en nuestra sociedad, es confuso saber cómo actuar y no agravar el problema cuando tenemos un adicto en casa o cuando ese adicto es un amigo que parece alejarse cada vez más.

Hablamos con Julia Escobar, psicóloga especialista en adicciones y salud mental, para atender a las preguntas más comunes relacionadas a esta problemática. Si conoces algún caso o estás atravesando un problema de adicción, toma nota y comparte:

¿Qué lleva a una persona a obsesionarse con una actividad aunque sea consciente de que no le conviene?

Es multifactorial. Hay personas que inician una adicción por soledad, otras por la presión de grupo como es el caso de muchos adolescentes que piensan que 'todo el mundo está consumiendo' y por eso ellos deben hacerlo, y una muy importante es porque se tiene una conducta adictiva.

En la adicción existe la negación y el autoengaño entonces esas personas no son tan conscientes de lo que está pasando en realidad.

¿Cuál es el límite entre la afición por algo y la adicción?

El límite se da cuando empieza a sentirse y hacerse como una necesidad. La persona siente que 'tiene' que hacerlo y repetirlo continuamente.

¿Cómo puedo saber que tengo una adicción?

Cuando noto que algo que hago se está volviendo recurrente y deseo volver a hacerlo. Ya sea consumir sustancias psicoactivas, u otras adicciones como el juego, recurrir a la misma actividad y tener la necesidad de hacerlo es una señal de alarma. Otra es que quienes están en el entorno me están hablando de que una adicción: si la familia, los compañeros de trabajo o amigos me dicen que tengo un problema y yo lo estoy negando, debo pensar en que algo está pasando.

¿Por qué el adicto algunas veces rechaza a sus amigos y familiares?

A ellos no les gusta que se les diga que están mal, porque existe la negación de que hay un problema y el autoengaño de que ellos pueden controlar la adicción. Por eso estas personas adictas se van alejando, porque prefieren formar subgrupos donde solamente hay adictos y apartarse de su anterior entorno social y familiar, que ahora les resulta incómodo.

Entonces, ¿cuál debe ser el papel de la familia y los amigos? ¿Apoyar o rechazar al adicto?

En realidad la familia nunca los rechaza, cuando les dicen que hay un problema son ellos los que se empiezan a aislar. Al no poder consumir dentro de lo social de la familia o los amigos, ellos se van retrayendo, empiezan a repetir el mismo acto creyendo que es normal y entrando en muchas discusiones con los otros.

El consejo para los amigos y familiares se resume en tres partes:

1. Hacerle saber que hay un problema.

2. Empezar a cerrar puertas porque 'adicto con casa y comida, adicto para toda la vida'. Hay que quitarle las comodidades de la casa y los beneficios económicos.

3. Direccionarlo a un terapeuta o a un centro de rehabilitación y que desde allí pueda contar con ellos.

Hay que explicarle: "Cuando esté en este programa o con el psicólogo que queremos ofrecerle, nos llama y vamos a estar aquí para ayudarle", pero mientras el adicto esté en su confort, si lo deja ahí se queda toda la vida.

¿Cómo trabajar con la culpa de los padres si sienten que lo están abandonando?

El adicto se vuelve muy manipulador, amenazan con quitarse la vida y los papás se llenan de culpa pensando 'qué hice mal'… y entonces empiezan a alcahuetear. Hay dos cosas una se llama el amor responsable y el otro se llama el 'amor alcahueta', cuando una familia quiere ayudarle a un adicto tiene que ubicarse en el amor responsable y ponerle límites a ese goce mortífero que tiene la persona querida.

Actualmente hablamos de muchas adicciones: al whatsapp, a las redes sociales, a los casinos, a la pornografía... ¿se debe seguir un método de tratamiento diferente para cada adicción o existen pautas generales para aplicar en cualquier caso?

Toda la vida han existido esas adicciones. Por ejemplo con la adicción a la pornografía antes se compraban revistas y las metían debajo de la cama, solo que ahora se ha facilitado con el internet. Pero adicción es adicción y se trata igual porque como profesionales tratamos la conducta adictiva del sujeto más no la sustancia.

En terapia trabajamos el por qué. Encontrar cuándo y dónde esa persona se desbordó, encontrar factores protectores y factores de riesgo y ayudarle, porque aunque al principio sea a 'regañadientes' luego ellos empiezan a abordar con mucha motivación el proceso.

¿Cerebralmente es lo mismo ser adicto a una actividad que a las drogas?

Con todo. Con la ludopatía (adicción al juego y a las apuestas), con las compras, con el sexo, con el internet, es muy orgánico y existe un tope de recompensa. Llega al cerebro el deseo, tú se la das, inmediatamente se activa el lado de la recompensa y se quiere repetir, pero ya esa dosis que le das no va a ser satisfactoria sino que va a pedir mucho más y ahí es donde se forma la tolerancia a la actividad realizada, mientras más lo haga más tolerancia va a generar y más recompensa va a necesitar.

La adicción a la pornografía preocupa especialmente a los hombres que se debaten entre si están siendo infieles a su pareja o si están satisfaciendo un deseo individual. ¿Cómo se explica y se trata esta adicción?

Aquí no hay distinción de género ni de raza ni de color ni edad. Yo he tenido mujeres adictas a la pornografía y cualquiera sea la persona tiene que entrar a un proceso de rehabilitación.

En especial estas personas son muy infelices porque se sienten culpables, porque algunas veces recurren a la pornografía infantil y acompañan esto de la masturbación. Ven pornografía, se masturban y entonces nunca tocan a la pareja. Eso lo aleja de su compañero porque ya hay una satisfacción visual y hay una satisfacción orgánica.

Inclusive el problema trasciende porque se están parando de su puesto de trabajo constantemente con la necesidad de ver algo y masturbarse, eso está causando mucha dificultad tanto en la pareja como en lo laboral y en lo social porque ya no salen, sino que entran al baño 20 veces pero a lo mismo. Es importante que busquen asesoría terapéutica.

¿A qué se debe que la adicción a la pornografía se haya vuelto tan común?

Lo que pasa es que los medios están mostrando mucho. Hay una particularidad ahora y es que visualmente hay una cantidad de recursos que la persona puede obtener a muy bajo costo, de inmediato y a la hora que diga.

Desde muy jóvenes se están empezando a dar todas estas prácticas. Es que se lo están vendiendo en una sociedad de consumo, generan en esa persona una necesidad y cuando se genera la necesidad hay que satisfacerla.

¿Parar es la solución? ¿Cuál sería la recomendación profesional para dejar atrás una adicción?

Primero hay que sensibilizarse con que hay una problemática. Lo importante es que la persona tenga voluntad y busque ayuda. Recuerde: Las adicciones son tratables y con determinación, apoyo y la guía de expertos, tanto usted como su familia podrán salir de este valle. No se dé por vencido.

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