¿Y si pido una cita con un psicólogo?

¿Y si pido una cita con un psicólogo?

En muchas situaciones en la vida, el primer paso siempre es el más difícil de tomar, pero también el más importante y esto aplica de manera especial en el tema de la salud mental y la búsqueda de ayuda profesional. Esto se debe a que, por lo general, el tema no hace parte de la formación que recibimos durante nuestra vida y son varias las dudas que podemos tener sobre lo que ocurre cuando se pide una cita con un psicólogo.

Es por esto que queremos presentarles un listado de las dudas más comunes sobre este proceso.

¿Cómo saber si realmente necesito ayuda?

La gran mayoría de los psicólogos adoptamos ante la vida la postura de "todos podemos sacar provecho de una consulta de psicología", pero en qué momento se puede considerar seriamente la idea de necesitar de ayuda profesional.

Las emociones desagradables y el sufrimiento hacen parte de la vida, pero se convierten en un problema cuando consideramos que han pasado a tomar parte de nuestra vida, y es que podemos encontrarnos en una situación en la que creemos que no contamos con los recursos para afrontar el malestar, notando que la rabia, el miedo y la tristeza son cada vez más frecuentes e intensas, y evidenciando que afectan las áreas más importantes de la vida (familia, amigos, trabajo, estudio, pareja…).

Lo más común que hemos encontrado en nuestra experiencia personal es que la ayuda profesional suele ser la última opción. Algunos actúan como si la dificultad no existiera, "mirando para otro lado", mientras que otros consultan con amigos, familiares, usando además internet y cualquier otro método que prometa resultados de manera sencilla. En ocasiones funciona, pero también suele ser una forma de postergar la necesidad de recibir ayuda profesional, permitiéndose que las dificultades se agraven.

¿Cualquier psicólogo me puede ayudar con mis necesidades?

Técnicamente hablando, un psicólogo es una persona que ha recibido formación a nivel de pregrado, recibiendo un título profesional. Pero no todos los psicólogos se enfocan en las mismas áreas, existiendo múltiples aplicaciones de la profesión, encontrándose como ejemplos la psicología educativa, organizacional, social, jurídica, deportiva, militar, entre otros. Lo anterior implica que no todo psicólogo ejerce la psicoterapia, que haría parte de la llamada psicología clínica.

Podemos definir la psicoterapia como la aplicación de procedimientos y principios psicológicos en el tratamiento de problemas de conducta, trastornos mentales o el sufrimiento humano (Tizón, 1992).

¿Existen diferencias entre los psicólogos clínicos?

Definitivamente sí. La primera diferencia que se puede encontrar está en el enfoque psicoterapéutico, que son tantos que no podríamos realizar un listado acertado y consistente, pero es posible agruparlos en 4 categorías principales: La psicología dinámica, el enfoque cognitivo-conductual, el humanismo/transpersonal, y el modelo sistémico.

Adicionalmente cada psicoterapeuta, dependiendo de su formación, preferencia y estilo personal realiza una aplicación única de su enfoque, por lo cual podríamos decir que existen tantas psicoterapias como psicólogos.

No es del interés de este artículo exponer los diferentes enfoques, pero sí el recomendar que en la primera consulta se aborde el tema del enfoque terapéutico y la comprensión del profesional sobre su quehacer.

¿Me debo preparar de alguna manera para la primera cita?

Es una tendencia humana natural el querer estar preparados para las diferentes situaciones, en especial, si no nos son familiares, y ni hablar del exceso de preparación ante la incertidumbre, propio de los problemas de ansiedad. Pero realmente no existe una preparación necesaria para la consulta (a menos que el profesional lo indique directamente como parte de la intervención).

Es también común encontrar en la primera consulta que los usuarios se preocupan por quedarse sin qué decir o no saber por dónde empezar, a lo cual nos gusta responder que es responsabilidad del psicólogo encargarse de que el diálogo fluya dentro de las intenciones terapéuticas que se tengan.

¿Cómo funciona la confidencialidad?

El secreto profesional es uno de los pilares en los que se sostiene una relación terapéutica positiva y productiva, pero el contexto de la consulta psicoterapéutica está lleno de dilemas éticos que pueden llevar a considerar excepciones a la confidencialidad.

Por regla general, representan un límite a la confidencialidad los temas relacionados con el abuso físico y sexual, en especial si es un hecho reciente, el riesgo de suicidio (que se evalúa de manera particular para cada persona) y las situaciones que pongan en riesgo el usuario o a otras personas (hechos delictivos).

La recomendación es abordar el tema de la confidencialidad desde la primera consulta y estar abiertos a retomarlo si surgen los temas antes expuesto, ya que lo ideal es que sea el mismo usuario quien decida que, en función de su propio bienestar y siendo fiel a la intención terapéutica, sea quien comparta con su familia, personas cercanas o entes judiciales los riesgos a los que se encuentra expuesto.

En caso de no llegarse a un acuerdo, el profesional podría decidir romper la confidencialidad, apoyado en la Ley y el código Ético de nuestra profesión (Colegio Colombiano de Psicólogos, 2009).

Concluyendo

La incertidumbre hace parte de todo proceso psicoterapéutico, en especial si es la primea vez que aceptamos recibir ayuda profesional, pero es necesario comprender que estas dudas enriquecen la relación terapéutica, facilitando el diálogo y ayudando al usuario a comprender cómo funciona la psicoterapia, convirtiéndolo en parte activa de su proceso de sanación emocional.

Referencias

• Colegio Colombiano de Psicólogos, (2009). Código Deontológico y Bioético para el ejercicio de la Psicología en Colombia. Bogotá, DC Javegraf.
• Tizón García, J. L. (1992). Una propuesta de conceptualización de las técnicas de psicoterapia. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría., 12(43), 283-294.

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