¿Qué es la adicción al alcohol?
La adicción al alcohol corresponde a un trastorno que impide suspender el consumo excesivo de esta sustancia, debido a su gran dependencia. Una persona que sufre este tipo de adicción sufre un alto deterioro en la salud física como psíquica.
Además, comienza a presentar enfermedades de tipo cancerígenas, de hígado, depresión, y riesgos de seguridad personal. A nivel psíquico, este trastorno puede generar síntomas de abstinencia, en caso de que se presente una disminución o suspensión de la sustancia.
¿Cuáles son las causas de la adicción al alcohol?
Existen factores de riesgo que activan condiciones tendenciosas a la adicción del alcohol, ya sean a nivel social, físico o psíquico.
Algunas de ellos son:
Herencia: la convivencia con personas que consumen alcohol, sean lo progenitores u otro familiar, puede incidir en el desarrollo de conductas de adicción al alcohol. De igual forma existen genes con mayor predisposición a favorecer dichas adicciones.
Factores psicológicos: presentar sentimientos de tristeza, ansiedad, soledad o poca autoestima ayudan a la aparición de problemas de salud mental. A su vez, el uso del alcohol se convierte en una sensación placentera o escape frente a estas condiciones, agudizando la situación actual, dando lugar a trastornos más complejos.
Factores sociales y culturales: entornos negativos como amigos, parejas u otras personas, que son consumidores habituales de alcohol, pueden ocasionar la predisposición a consumir en relación a la presión que se ejerce. La falta de habilidades sociales suelen ser motivo de consumo para afrontar estas dificultades.
¿Cuáles son los síntomas del alcoholismo?
El trastorno asociado al consumo de alcohol puede ser leve, moderado o grave, según la cantidad de síntomas que manifieste.
Estos son algunos de los signos y síntomas:
- Pérdida de control frente al consumo de la bebida o incapacidad de suspender o disminuir el uso de ella.
- Destinar gran cantidad de tiempo para su consumo, búsqueda y recuperación del efecto provocado por esta bebida.
- Aumento excesivo frente a la necesidad de consumir alcohol.
- Se ve afectada la rutina diaria causando disminución en el rendimiento, ya sea en el trabajo, estudio y obligaciones familiares. Se manifiesta deterioro en la imagen personal proyectada.
- Reincidir en el consumo a pesar de conocer las implicaciones que pueden generar en su calidad de vida.
- Desarrollar tolerancia a la bebida produciendo aumento del consumo para lograr experimentar la sensación de placer que le genera.
- El síntoma de abstinencia se manifiesta al no lograr consumir la cantidad habitual del adicto, provocando temblores, nauseas, sudoración, para evitar dichos síntomas se recurre a la bebida.
¿Cuáles son los tipos de adicciones al alcohol?
Diferentes estudios han categorizado ciertos tipos de adicción al alcohol según la forma de beber.
Bebedor Alfa: recurre al alcohol para disminuir problemas físicos o psicológicos. Tiene la capacidad de suspender su consumo por ciertos periodos, por lo que su dependencia no es directa sino de corte psicológico.
Bebedor Beta: son bebedores esporádicos. En eventos sociales suelen tomar de modo excesivo sin perder el control. No existe dependencia, por lo que mantienen temporalmente la abstinencia.
Bebedor Gama: denominados como alcohólicos clásicos. Pierden el control en la cantidad ingerida de alcohol, desencadenando adicción, sumando problemas físicos y psicológicos.
Bebedor delta: identificado como bebedor excesivo regular. Es incapaz de tener abstinencia, depende totalmente y le es necesario consumir cierta cantidad de alcohol sin perder el control o emborracharse.
Bebedor Épsilon: bebedor periódico, consume en exceso durante días y semanas, presentando periodos de abstinencia, su consumo suele ser compulsivo. Manifiesta trastornos de conducta.
¿Cuáles son las consecuencias de la adicción al alcohol?
Los abusos provocados frente al consumo bebidas alcohólicas traen consigo innumerables problemas físicos, de seguridad y en la vida cotidiana.
Los más relevantes son:
- Problemas hepáticos: se manifiesta fatiga, inapetencia, pérdida de peso, fiebre.
- Cáncer: el consumo de alcohol produce la aparición de cáncer de garganta, colon, hígado, mama.
- Problemas cardiovasculares: aumento de la presión arterial alta, provocando, arritmias cardiacas, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca.
- Problemas neurológicos: ocasionan daño en el sistema nervioso, trastornos del pensamiento, delirio, demedia y lapsus de pérdida de memoria.
- Mayor probabilidad a sufrir accidentes o infringir en lesiones personales.
- Desacuerdos familiares y de pareja tornándose negativos.
- Pretensiones suicidas.
- Ausencia o bajo rendimiento en el área laboral o académica.
- Consumo de otras sustancias.
¿Cómo ayudar a una persona que sufre alcoholismo?
En condiciones de no adicción, la prevención y estilos de vida saludable siempre serán el mejor recurso para evitar llegar a esta situación. Si la presencia de este problema es latente, el núcleo familiar debe promover espacios de aceptación ante la enfermedad.
Aceptar la condición aumenta la conciencia sobre sus síntomas o detonantes, al igual que regular el consumo de alcohol en padres o parientes. La comunicación abierta y asertiva incrementa la confianza hacia el adicto, brindándole mayor afinidad y tiempo de calidad. La motivación es determinante en el logro de resultados positivos esperados por la familia o el profesional a cargo.
¿Quién te puede ayudar?
La ayuda en este tipo de procesos equivale a la unión de fuerzas de quien padece los síntomas, su familia y el profesional. Hay centros especializados con la capacidad de guiar de forma efectiva la rehabilitación de un adicto al alcohol. Grupos como alcohólicos anónimos pueden ser efectivos.
De igual forma, profesionales como psicólogos, psiquiatras, asistentes sociales, terapeutas de familia, entre otros, pueden garantizar tratamientos efectivos. Nuestro portal cuenta con especialistas que en este tipo de adicciones.
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