¿Qué es la adicción al sexo o trastorno hipersexual?
La conducta sexual compulsiva, también recibe el nombre de adicción al sexo, trastorno de adicción al sexo o adicción sexual, es una preocupación excesiva por fantasías, impulsos o conductas sexuales que es difícil de controlar, provoca angustia o afecta de manera negativa la salud, el trabajo, las relaciones u otros aspectos de la vida.
La conducta sexual compulsiva puede comprender una variedad de experiencias sexuales normalmente agradables: la masturbación, el cibersexo, múltiples parejas sexuales, el consumo de pornografía o pagar por sexo. Cuando estas conductas sexuales se transforman en un elemento esencial de la vida de una persona, son difíciles de controlar y son disruptivas o perjudiciales para ella o para los demás, pueden considerarse conductas sexuales compulsivas.
¿Cuáles son las causas de la adicción al sexo?
Aunque las causas de la adicción al sexo son inciertas, pueden comprender, primero, un desequilibrio de las sustancias químicas naturales del cerebro, como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, que ayudan a regular el estado de ánimo. Estos niveles elevados pueden estar relacionados con la conducta sexual compulsiva.
Otras posibles causas son:
Cambios en las vías cerebrales: la conducta sexual compulsiva es una adicción que, con el paso del tiempo, podría provocar cambios en los circuitos neuronales del cerebro, especialmente en los centros de refuerzo del cerebro. Como ocurre con otras adicciones, con el tiempo, se suele necesitar contenido y estimulación sexuales más intensivos para obtener satisfacción o alivio.
Trastornos que afectan el cerebro: ciertas enfermedades o problemas de salud, como la epilepsia y la demencia, pueden provocar daños a las partes del cerebro que controlan la conducta sexual. Además, el tratamiento de la enfermedad de Parkinson con algunos medicamentos agonistas de dopamina puede provocar conducta sexual compulsiva.
La conducta sexual compulsiva puede ocurrir tanto en hombres como en mujeres, aunque puede ser más frecuente en los primeros. También puede afectar a cualquiera, sin importar la orientación sexual. Los factores que pueden aumentar el riesgo de tener una conducta sexual compulsiva comprenden:
Facilidad de acceso a contenido sexual. Los avances tecnológicos y de las redes sociales permiten el acceso a una cantidad cada vez mayor de información e imágenes de contenido sexual intenso.
Privacidad. La discreción y la privacidad de las actividades sexuales compulsivas tienden a permitir que estos problemas empeoren con el tiempo.
Además, un mayor riesgo de tener una conducta sexual compulsiva puede presentarse en personas con las siguientes características: problemas de abuso de drogas o alcohol, otra enfermedad de salud mental, como el trastorno del estado de ánimo (depresión o ansiedad) o la adicción al juego, conflictos familiares o miembros de la familia con problemas, como la adicción; y antecedentes de abuso sexual o maltrato físico.
¿Cuáles son los síntomas de la adicción al sexo?
La persona tiene fantasías, conductas sexuales e impulsos intensos y recurrentes que le consumen mucho tiempo y siente que no puede controlar. Se siente atraída a mantener conductas sexuales, después libera la tensión, pero también siente culpa. Intenta reducir o controlar sus fantasías, impulsos y conductas sexuales sin éxito.
Otros indicios de que alguien podría estar luchando contra la adicción al sexo comprenden los siguientes puntos:
- Usa la conducta sexual compulsiva para escapar de otros problemas, como la soledad, la depresión, la ansiedad o el estrés.
- Continúa teniendo conductas sexuales que tienen consecuencias graves, como la posibilidad de contraer o contagiar una infección de transmisión sexual, la pérdida de relaciones importantes, problemas en el trabajo, complicaciones económicas o problemas legales.
- Tiene problemas para establecer y mantener relaciones saludables y estables.
¿Qué es la ninfomanía? ¿Y la satiriasis?
El concepto de adicción al sexo o adicción al sexo sustituye los antiguos conceptos de ninfomanía (furor uterino) y de satiriasis. La ninfomanía se consideraba un trastorno psicológico exclusivamente femenino caracterizado por una libido muy activa y una obsesión con el sexo.
En los hombres el trastorno era llamado satiriasis y a quien la padecía se le denominaba sátiro o satiriaco (no confundir con satírico). Actualmente, los términos ninfomanía y satiriasis no aparecen como trastornos específicos en el Manual estadístico y diagnóstico de los trastornos mentales (DSM-IV), aunque sí siguen apareciendo en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10).
¿En qué se diferencian los tipos de adicción al sexo de las parafilias?
La adicción al sexo o sexo compulsivo (también conocida como adicción al sexo) se refiere a un conjunto de conductas con formato repetido y de carácter compulsivo dirigidas a mantener relaciones sexuales, habitualmente con diferentes parejas, con el fin de satisfacer un intenso y frecuente deseo sexual.
El adicto al sexo frecuentemente recurre a la masturbación, encuentros con desconocidos, cibersexo, pornografía, prostitución… No es capaz de controlar su impulso sexual.
Por su parte, las parafilias o los trastornos parafílicos son fantasías recurrentes e intensas de excitación sexual, pulsiones o comportamientos sexuales angustiosos o incapacitantes que involucran objetos inanimados, niños o adultos sin consentimiento, o el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja con probabilidad de causar daño.
Se han descrito decenas y decenas de parafilias, pero la mayoría son poco frecuentes o raras. Las más frecuentes son: pedofilia, voyeurismo. fetichismo travestista, exhibicionismo, masoquismo sexual, sadismo sexual, etc. Algunas parafilias (como la pedofilia) son delitos y punibles con prisión y el individuo queda marcado y registrado toda su vida como un agresor sexual.
Algunos destacan que la práctica de algunas conductas sexuales inofensivas, aunque poco comunes, no implica una parafilia por sí misma. Por ejemplo: no toda práctica erótica poco tradicional es una parafilia. Se torna como tal cuando deja de ser saludable y controlable por el individuo y cuando es evidentemente destructiva y enfermiza.
¿Cuáles son las consecuencias de la adicción al sexo?
La adicción al sexo o conducta sexual compulsiva puede tener muchas consecuencias negativas que afectan a quien la padece y a los demás.
Algunas de ellas son:
- Enfrentarse con problemas de culpa, vergüenza y baja autoestima.
- Padecer otros trastornos de salud mental, como depresión, suicidio, angustia intensa y ansiedad.
- Descuidar o mentirle a la pareja y a la familia, lo que dañará o destruirá relaciones importantes.
- Perder el objetivo, tener actividad sexual o buscar pornografía en Internet en el trabajo, lo que pone en riesgo el empleo.
- Acumular deudas financieras por la compra de pornografía y el pago de servicios sexuales.
- Contraer VIH, hepatitis u otra infección de transmisión sexual o contagiar una infección de transmisión sexual a otra persona.
- Involucrarse en el consumo de sustancias no saludables, como el abuso de drogas recreativas o el consumo excesivo de alcohol.
- Ser arrestado por delitos sexuales.
¿Quién te puede ayudar?
Es importante buscar la ayuda de profesionales especializados, psicólogos, psiquiatras, sexólogos, que puedan orientar de la mejor manera el tratamiento de la adicción al sexo o la adicción al sexo. Consulta en nuestro portal las opciones que tienes a tu disposición.
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