Cómo evitar el suicidio: Terapia Dialéctica Comportamental

Personas con comportamientos autodestructivos, que tienden a lastimarse o causarse todo tipo de lesiones, pensamientos suicidas y con dificultad para controlar sus emociones, además de las personas que padecen de trastorno límite de la personalidad, tienen en la terapia dialéctica comportamental la oportunidad de disfrutar plenamente sus vidas sin ser abrumados por sus emociones.

Esta terapia, desarrollada por la psicóloga norteamericana Marsha Lineham, propone la aceptación de los sentimientos (concienciación reflexiva) así como aprender a usar el pensamiento para cambiar los sentimientos. Este revolucionario tratamiento fue aplicado por Lineham para tratar el trastorno límite de la personalidad en adultos, logrando redefinir el trastorno y reformulándolo ya como un problema más específico que atañe a la regulación de la emoción que puede estudiarse y tratarse con una intervención estructurada.

"La única razón por la que desarrollé la Terapia Dialéctica Comportamental es para ayudar a otras personas a construir vidas que valgan la pena ser vividas. Cuento mi historia porque, si yo pude, a pesar de todo lo que me pasó, entonces otros también pueden", señala Linehan.

Si tienes pensamientos suicidas o que te llevan a autolesionarte y necesitas ayuda profesional, puedes consultar este listado de especialistas que te ayudarán con gusto.

¿Cómo hacer frente al suicidio?

Debido a que la Terapia Dialéctica Comportamental está diseñada para ayudar con la inestabilidad emocional extrema, que provoca que las personas sean prácticamente incapaces de controlar las emociones intensas, es muy útil para afrontar casos que pueden llevar al suicido ya que enseña técnicas para que las personas comprendan de mejor manera sus emociones sin juzgarlas, proporcionando habilidades y técnicas para mejorar esas emociones y cambiar comportamientos de manera que mejoren sus vidas.

El suicidio entre los universitarios

Según señala la psicóloga Marsha Lineham, la única forma valida de responder a pacientes que quieran acabar con sus vidas es demostrarles amor.

"Yo no he conocido clientes que se quieran matar para tratar de lastimar a sus familias. Quizá amenacen con hacerlo para que sus padres hagan alguna cosa. 'Si no haces tal cosa quizás me mate', me puedo imaginar eso, pero no puedo imaginar que harían eso para lastimar a sus padres. Nunca experimenté eso. Algunos clientes podrían amenazar para obtener lo que quieren, pero no es muy común, a esos pacientes les diría: 'Sentémonos a hablar, parece que te sientes muy mal. Veamos qué podemos hacer para mejorar las cosas'. Habría que responderles con amor y cariño, es la única forma de responder", asegura.

Como ya lo hemos dicho, la Terapia Dialéctica Comportamental busca que los pacientes creen para ellos 'una vida que valga la pena ser vivida'. Sin embargo, ¿qué hace que valga la pena vivir la vida? Para cada persona la respuesta puede ser muy diferente y puede ir desde graduarse de una carrera universitaria, tener un buen trabajo y ser exitoso a tener hijos o casarse. Pese a esa diferencia tan marcada en los objetivos de vida de una u otra persona, todos pueden llegar a coincidir que para llegar a ese estado deben tener su vida bajo control.

Para esto la Terapia Dialéctica Comportamental plantea un tratamiento en cuatro etapas, cada una con una serie de objetivos, buscando con cada una de ellas un tipo particular de problema y las conductas asociadas a este.

• Etapa I: Pasar de tener conductas fuera de control a estar en control.
• Fase II: De la clausura emocional a experimentar las emociones plenamente.
• Fase III: Construir una vida normal, resolver problemas de la vida cotidiana.
• Fase IV: De la sensación de falta de sentido a la sensación de plenitud / conexión.

Además, las personas a las que le es aplicada este tipo de terapia reciben tres modalidades básicas de tratamiento: terapia individual, el denominado grupo de habilidades y asistencia telefónica.

Otras aplicaciones

La Terapia Dialéctica Comportamental también ha sido utilizada con éxito en tratamiento de inestabilidad emocional y lesiones autoinfligidas por parte de personas que tienen un diagnóstico de otro tipo de padecimientos mentales, diferentes al trastorno límite de la personalidad.

• Depresión.
• Trastorno bipolar.
• Trastornos de conducta disruptiva.
• Abuso de drogas.
• Trastornos de la alimentación.
• Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
• Ansiedad.

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