Cuando el exceso de amor se vuelve un problema para la pareja
La vida en pareja demanda retos constantes que pueden ser superados a través del diálogo y la comprensión, el exceso de amor puede ser uno de ellos, te lo explico en el siguiente artículo.
En la actualidad hay una fuerte tendencia a valorar el amor romántico por encima de cualquier otro tipo de amor en pareja. Si te dijera que amar demasiado puede ser un problema, ¿qué pensarías?
El amor super romántico
El amor romántico tiene ventajas para dar inicio y continuidad a la relación, porque genera fuertes sentimientos placenteros, deseo de exclusividad y unión, alta motivación para el esfuerzo y sacrificio, así como una vida sexual más activa en pareja. No obstante, por el alto componente emocional que tiene, en exceso puede desencadenar pensamientos, sentimientos y comportamientos no deseados.
A continuación te expongo algunas de esas creencias perjudiciales: la convicción que sólo gracias al amor romántico se logra la felicidad verdadera, que sin él no vale la pena vivir, que se experimenta una vez en la vida, que en su ausencia o detrimento no puede haber relación, que este tipo de amor garantiza el éxito de la pareja y que alguien te ama únicamente si te lo demuestra todo el tiempo.
Estos pensamientos terminan convirtiéndose en verdades absolutas para la persona que los experimenta, es así como empieza a idealizar a quien ama y la relación que tienen. Cuando el fervor en la manera de amar no es equiparado por el ser amado o acontece alguna discusión producto de las diferencias, quien piensa de este modo sufre dolor emocional intenso y puede actuar de manera imprudente.
Lo cierto es que el amor romántico va disminuyendo con el paso del tiempo y en especial con la convivencia diaria. Pero no hay razón para desanimarse, porque esta situación permite dar paso a otras maneras de amar en pareja.
El amor obsesivo compulsivo
Si te parece que el amor super romántico puede ser extremo, cuando se torna obsesivo se vuelve inquietante. La persona que lo experimenta considera que no puede dejar de pensar compulsivamente en su ser amado; necesita la reciprocidad de sus afectos como algo imperante, así como estar en contacto permanente con quien es fuente de sus emociones románticas; idealiza a la otra persona y se niega a aceptar sus defectos, por tanto, exhibe absoluta devoción hacia su pareja; además, cuando interpreta su amor como no correspondido, oscila de humor con violencia entre severa ansiedad y depresión.
La manifestación más dramática de este problema de amor, es hacer cosas temerarias para ganar o conservar la aceptación del otro, en palabras diferentes, estar dispuesto a hacer cualquier cosa que considere hará que su pareja le ame, aún poniendo en riesgo su vida y la de otras personas.
Los pensamientos de quienes atraviesan este tipo de dificultad son absolutistas e irracionales, entre ellos, creer que si no se tiene el amor de la pareja se es indigno o inadecuado; que no estar siempre juntos es motivo de profunda tristeza; y, que perder al ser amado es inaguantable, al grado que es preferible morir.
Ante esta situación se debe recurrir a la intervención del psicólogo, quien enseña a la persona técnicas de distracción cognitiva y el uso de afirmaciones de enfrentamiento, que han demostrado ser útiles para superar el problema.
El amor posesivo o la celotipia
Hay dos formas de celos, los celos racionales, que se generan por una razón legítima, es decir, cuando nuestra pareja ama y/o presta mucha atención a alguien más, disminuyendo las manifestaciones de amor hacia nosotros. Lo cual nos genera frustración y decepción, sin embargo, no permitimos que esta situación nos perturbe gravemente y la tramitamos a través del diálogo y la toma de decisiones.
Por su parte, los celos irracionales, consisten en la imposición que hacemos a nuestra pareja de cuidarnos siempre y prestar atención solamente a nosotros, acompañada de la sensación de horror por la suposición de que se ha ligado emocionalmente a otra persona y quiere abandonarnos. Se puede decir que esperamos tener una garantía de que seremos amados de manera indefinida y sin mesura.
Esta mezcla de pensamientos y actitudes nos vuelve ansiosos y agresivos. Así, desmeritamos las atenciones que la otra persona nos brinda, para demandar con mayor vehemencia muestras y palabras de afecto. También nos tornamos manipuladores señalando a la pareja como la responsable de nuestros comportamientos, algo como, «si no me demuestras devoción no me das seguridad, me haces sufrir y por tu culpa actúo de forma despreciable». Finalmente nos volvemos posesivos y presionamos a la otra persona para estar todo el tiempo con nosotros o informarnos de cada una de sus acciones.
Para vencer la celotipia es indispensable recibir entrenamiento en auto-observación, que permite identificar los pensamientos inadecuados, que posteriormente serán modificados por conceptos más realistas del amor. Un psicólogo experto en Terapia de Pareja puede ayudar en este punto de conflicto.
El amor inalcanzable
Las condiciones para encontrar pareja, con quien establecer una relación de calidad a largo plazo, no son predecibles ni fáciles. Esto quiere decir, que hay que buscar activamente propectos, haciendo esfuerzos conscientes para generar oportunidades de interacción, en ámbitos seguros que consideremos apropiados para descubrir personas que compartan nuestra filosofía de vida, valores y gustos. También, que se debe tener paciencia para conocer a cada potencial antes de tomar decisiones importantes. De paso, valorar la oportunidad de nutrir la existencia con nuevas experiencias y aprendizajes.
Debido a lo expuesto en el párrafo anterior, sumado a experiencias sociales negativas, algunas personas consideran que el amor es inalcanzable, específicamente la consolidación de una relación de pareja estructurada y amena. Además, en esta dinámica juega un papel importante las inseguridades, timidez, miedo al rechazo, deseo excesivo de aceptación, falta de asertividad social y de habilidades interpersonales.
Esta amalgama de condiciones puede llevar a alguien a asumir como realidades incuestionables ideas como: «Si muestro lo mejor de mi debo agradarle a todos los prospectos», «quien no me acepta como su pareja es despreciable», «no podría soportar un rechazo más», «conseguir pareja no debería ser tan difícil, así que no vale la pena intentarlo», «todos los hombres son iguales» o «todas las mujeres son iguales», «nadie quiere nada serio», «el amor no existe» o «el amor es para los tontos».
Para superar este bloqueo es necesario trabajar la ansiedad y la actitud evitativa, relacionadas con la búsqueda de oportunidades para congeniar. Utilizando técnicas de la Terapia Racional Emotiva Conductual es posible escalar este obstáculo.
Conclusión
Nuestros pensamientos determinan en gran medida la realidad que vivimos, en el acto de amar no es diferente. Por eso el amor requiere del equilibrio que otorga el raciocionio, para evitar que se convierta en un arma que lastime al que ama como al que es amado. Para transformar las ideas irracionales ligadas al amor, la asesoría psicológica es el camino recomendado.
En un próximo artículo ahondaré en el tema «Corazón roto: ¿desengaño, engaño o autoengaño?».
Psicólogo Gabriel López
Psicología Online Que Transforma Vidas
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Excelente. Felicitaciones por este artículo.
Excelente, genera muho aprendizaje y es una guia muy practica
Gracias, llegó a mis ojos en el momento indicado