¿Debo enseñar a mi hijo a defenderse pegando?

"No te dejes" es la expresión que algunos padres le dan a sus hijos cuando les cuentan que han sigo agredidos por compañeros de estudio o amigos del barrio, y es que a nadie le gusta que sus pequeños se conviertan en víctimas, pero ¿es esta la respuesta que debemos darles?

Según los expertos la violencia no es una solución ante problemas como el acoso escolar que, aunque no son nuevos tienen mucha más atención en la actualidad que hasta hace un tiempo.

Ante casos de acoso muchos padres se plantean la pregunta de qué hacer. Pero para los expertos, la violencia no es la respuesta adecuada.

Violencia genera violencia

Enseñarles a los niños a defenderse pegando es habituarlos a entrar en un círculo de nunca acabar, pues el agredido se convierte en agresor y solo logra escalar los grados de agresividad.

"Esto, además, puede ser muy destructivo para el niño acosado. En primer lugar, normalmente el acosador no actúa solo, por lo que la pelea puede ser fatal. En segundo lugar, puede ocurrir que finalmente no se sancione al acosador y se sancione al acosado por pegarle" - Guillermo Fouce, presidente de Psicología Sin Fronteras.

Somos una generación que estuvo expuesta a una crianza en la que se nos enseñaba a no 'ser bobos', y con ello se nos indicaba sutilmente que valía la pena responder mal con tal de no convertirnos en víctimas. Aun hoy en día muchos padres defienden la idea de que los niños deben encargarse de solucionar sus problemas entre ellos, sin que los adultos se metan, pero esto no es lo más adecuado para su formación.

"Es muy probable que el menor sufra fobia escolar, no querer bajo ningún concepto acudir al centro, pero esto va a repercutir en su vida adulta, llegando muchas veces a padecer fobia social lo que va a interferir en toda su vida tanto personal, emocional y socialmente"- Carmen Cabestany, profesora de Secundaria y secretaria de la Asociación No al Acoso Escolar.

No hay que olvidar que muchos de los niños que sufren de acoso escolar son tímidos e inseguros y al 'exigirles' que se defiendan además los estamos presionando a hacer algo que no quieren o no saben hacer.

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Período de aprendizaje

Los niños más pequeños apenas están aprendiendo distintas habilidades sociales que le servirán toda la vida, pero exponerlos a la violencia es privarlos de estas herramientas.

Responder con golpes no es garantía de que el acoso acabará y por el contrario es un camino que expondrá al pequeño a mayores incidentes. Esta lección empieza cultivarse desde casa pues los niños aprenden con el ejemplo de la comunicación y el ambiente familiar.

"Lo que se dé a los niños, los niños darán a la sociedad" - Karl A. Meninger

En psicología infantil existen apoyos importantes para orientar a los padres en la crianza de los niños, sin embargo, también existe el término de modelo de referencia que habla de la necesidad que tienen de tener un modelo que puedan observar e imitar.

Aunque no en todas las ocasiones debamos intervenir, ante ciertos conflictos es necesaria la intervención de adultos para enseñarles un referente de comportamiento sano en la gestión de este tipo de situaciones.

Sin importar que la tendencia social sea dejar que los niños resuelvan sus conflictos por sí mismos, esto no es lo adecuado. Consulte nuestros psicólogos infantiles recomendados en caso de tener dudas.

Intervención de los adultos

Si conocemos de situaciones de violencia debemos intervenir. Es claro que los niños aun no tienen las habilidades adecuadas y necesitan de un adulto que los acompañe y oriente.

Ante las agresiones lo más adecuado es transmitirles apoyo, protección y seguridad a nuestros hijos para que sepan que estamos allí para ellos.

Permitir que un niño sea agredido para que "se aprenda a defender solito" (como dicen algunas personas), es ponerlo en una situación de indefensión en donde estamos legitimando el uso de la violencia. Sea verbal o física una agresión no debe ser permitida.

Ignorar la situación o menospreciarla envía el mensaje de que la violencia 'se vale' y el agresor se sale con la suya con impunidad.

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¿Si ves a un adulto agredir a alguien indefenso te parecería correcto? Seguramente dirás que no, por lo que la respuesta debe ser mucho más decidida si se trata de un menor: No se vale ser violentos.

Algunos padres descartan los problemas de sus hijos porque para ellos son problemas demasiado simples, lo que olvidan es que para los niños sí son importantes.

Enseñarles a que se defiendan

Esta lección de vida es tan importante como el enseñarles a no ser agresivos. La tarea como padres no es evitarles todos los problemas manteniéndolos en una burbuja, sino enseñarles a responder de manera asertiva y pacífica, expresando con claridad lo que les molesta.

Aprender a hablar de su disgusto o saber retirarse de un escenario agresivo les será muy útil a los niños que, con el paso del tiempo, y con tu acompañamiento adquirirán las estrategias para la resolución de conflictos.

Rodearlos y enseñarles aspectos fundamentales como el diálogo no es una pérdida de tiempo, por el contrario, es una gran inversión pues ningún niño debe aprender a resignarse a que otros ejerzan violencia sobre él.

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