Las 13 claves para lograr que los niños sean adultos exitosos
Varias investigaciones coinciden en que los padres de adultos exitosos tienen 13 puntos en común.
La crianza es uno de los retos más grandes que cualquiera puede asumir. Los buenos padres quieren que sus hijos sean buenos estudiantes y que no que tengan tropiezos en su camino para que lleguen a ser adultos exitosos pero ¿cómo ayudarlos efectivamente en su triunfo?
Aunque no hay una receta única, investigadores sociales de varias universidades han encontrado que los padres de los adultos exitosos tienen 13 puntos en común. La investigación, publicada en la revista financiera Business Insider, ha sido todo un fenómeno viral en Estados Unidos y Francia. Al parecer, educar un niño para que sea un adulto exitoso no es tan complicado:
1. Asignan deberes a los niños
Delegarles pequeñas tareas en el hogar como sacar la basura o lavar la loza, impulsa en los niños la conciencia y no esperar a que otros las hagan por ellos.
No asignarles una labor es aceptar "que están absueltos no sólo del trabajo, sino de aprender que el trabajo tiene que ser hecho y que cada uno de nosotros debe contribuir para el mejoramiento del todo", dice Julie Lythcott-Haims, ex decana de la Universidad de Stanford.
Lythcott-Haims apoya estas afirmaciones en el Grant Study, el estudio longitudinal de Harvard más extenso hasta el momento, añadiendo que estos niños son empáticos con sus compañeros en la adultez y cumplen con sus tareas de forma independiente.
2. Alientan el desarrollo de habilidades sociales
Durante 20 años investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania y la Universidad de Duke hicieron seguimiento a un grupo de más de 700 niños. Una de sus conclusiones fue que "ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y emocionales es uno de los aportes más importantes que podemos hacerles". Hablamos aquí de empatía, habilidad para negociar, expresión de las emociones, socialización con todo tipo de niños y niñas, etc.
Aquellos que de pequeños demostraban ser más competentes a nivel social, tuvieron una mayor tendencia a ser profesionales universitarios y tener un buen trabajo a los 25 años. Quienes tuvieron limitaciones en estas habilidades, tuvieron más tendencia a problemas legales y consumo excesivo de alcohol.
3. Tienen altas expectativas
El profesor de la Universidad de California Neal Halfon lideró una investigación con los datos de 6.600 niños nacidos en el año 2001 y descubrió un gran efecto de las expectativas de los padres sobre sus hijos. Es decir, aquellos padres que imaginan a sus hijos en una universidad, graduándose como profesionales, encaminan todos sus esfuerzos en lograr ese objetivo, independientemente de su situación económica. En términos de la psicología podría pensarse en el efecto Pigmalión: Creer que una persona puede influir en el rendimiento de otra.
4. Tienen mejores condiciones socioeconómicas.
La pobreza limita el desarrollo de los pequeños y en Colombia la brecha educativa es notable. Investigadores de las universidades del Rosario y Andes señalan que cerca del 10% de los colombianos vive diariamente con menos de un dólar y estas poblaciones vulnerables tienen los peores resultados en las pruebas SABER. La igualdad de oportunidades sigue siendo un asunto pendiente para garantizar que todos los niños y niñas puedan alcanzar sus metas académicas.
La sobreestimulación o el exceso de atención produce adultos inseguros
5. Cuidan sus relaciones con los demás.
Los hijos de familias conflictivas tienen más dificultades en su desarrollo que quienes están rodeados por relaciones sanas. Los niños que crecen en familias no conflictivas con un solo padre se desarrollan mejor que quienes viven en un ambiente hostil con ambos padres o quienes tienen padres separados que se llevan mal, afirman expertos de la Universidad de Illinois.
"El conflicto entre los padres antes de un divorcio también afecta negativamente a los niños, mientras que el conflicto tras el divorcio tiene una fuerte influencia en la adaptación de los niños", anota Robert Hughes Jr., profesor de dicha institución.
10 años después de un divorcio los jóvenes aún pueden sentir dolor y angustia. Es importante recibir ayuda de profesionales expertos que orienten cómo llevar este doloroso proceso.
6. Se esfuerzan por su propia formación educativa.
El buen ejemplo es la mejor manera de educar. La psicóloga de la Universidad de Michigan, Sandra Tang, realizó un estudio en el 2014 en el que los hijos de madres profesionales o bachilleres generalmente seguían sus pasos.
Por otro lado, 14.000 hijos de madres adolescentes fueron observados en un estudio donde demostraron dificultades para finalizar el bachillerato o ir a la universidad.
7. Les enseñan matemáticas desde pequeños.
Aprender los números en casa y otras prácticas relacionadas, es un buen consejo para los padres.
Greg Duncan, co-autor de un meta análisis dedicado a este tema, lo resume en que "el dominio de las habilidades matemáticas tempranas predice el futuro no sólo el rendimiento en matemáticas, sino que también predice el rendimiento en lectura futuro"
8. Desarrollan una relación con sus hijos.
Recibir los suficientes cuidados durante los primeros tres años de vida ayuda a que a los niños les vaya mejor en el colegio, tengan relaciones más sanas y según estudios, tengan un mejor desarrollo académico a sus 30 años.
9. Son padres que gestionan el estrés.
El contagio emocional se refiere a una especie de contagio de emociones como tensión, tristeza o felicidad y es una acción que las madres y padres estresado deben vigilar.
"(…) Cuando las madres están estresadas debido a los malabares con el trabajo o tratando de compaginar su tiempo con el de los niños, en realidad pueden estar afectando negativamente a sus hijos", afirma el sociólogo e investigador del tema, Kei Nomaguchi.
10. Valoran los esfuerzos.
Convertirse en adultos exitosos tiene que ver con cómo vemos el éxito. La psicóloga Carol Dweck señala que hay dos maneras de verlo: se puede pensar que los buenos resultados se obtienen por las capacidades innatas sobre las que no se puede hacer mucho, o pensar que es gracias al esfuerzo previo.
Es aconsejable alentar a los hijos a ver cada meta como un desafío y el fracaso como una motivación.
11. Las madres trabajan.
La Escuela de Negocios de Harvard detectó beneficios para los hijos de madres trabajadoras, especialmente aquellas que lo hacen por fuera del hogar: las hijas de mujeres trabajadoras usualmente dedican más tiempo a los estudios y obtienen mejores ingresos. Los hijos dedican más tiempo a las labores del hogar y al cuidado de los niños superando barreras de género.
12. Actúan con autoridad.
Los niños que crecen con una figura de autoridad que les inspira respeto, aprenden a vivir bajo normas sin vivir asfixiados, reciben consejos y orientación que les ayudan a crecer sin miedos.
13. Enseñan a imaginar un futuro y comprometerse con él.
El compromiso con el futuro que comparten muchas personas exitosas ha sido decisivo. Los padres siembran en ellos la semilla de imaginar sus sueños, comprometerse con ellos y alcanzarlos poco a poco. Según la psicóloga Angela Duckworth de la Universidad de Pensilvania, los padres son determinantes a la hora de "mantener el interés y el esfuerzo de sus hijos hacia objetivos a muy largo plazo".
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