Las fases en la violencia contra la mujer

Cada vez más, la población en los diferentes países de Latinoamérica y el mundo es consciente de la violencia contra la mujer y se está prestando atención a esos mecanismos que, quizá, muchos llevaban interiorizados y ejecutaban casi sin saber. Es importante que sepamos que la violencia contra la mujer es una realidad cada vez más frecuente, por lo que tenemos que reconocerla y realizar acciones para acabar con este flagelo.

De acuerdo con la experta Laura Rueda, en el artículo ‘La violencia psicológica contra las mujeres en Colombia’ publicado por la Universidad del Rosario, factores como la educación, la riqueza del hogar y el estar legalmente casada (factores que aumentan la independencia y el estatus de la mujer en la relación) están asociados a una menor posibilidad de que una mujer experimente violencia psicológica de pareja en su contra.

“Por el contrario, el hecho de haber sido víctima de violencia en la niñez aumenta la probabilidad de ser abusada psicológicamente, de manera significativa, lo que constituye un reto de política pública para frenar la transmisión de este tipo de violencia de generación en generación”, asegura.

Si eres o has sido víctima de violencia de género, o violencia contra la mujer, puedes buscar ayuda profesional consultando nuestro listado de psicólogos expertos.

Según explica el psicólogo Jorge López Vallejo, que adelanta una investigación con mujeres víctima de maltrato en el Centro de Terapia Breve de Arezzo (Italia), conocer a fondo la dinámica de las fases y los perfiles del maltratador puede permitir intervenir con eficacia y prevenir la violencia.

Los expertos definen cuatro fases en la violencia contra la mujer. Estas son:

La caza

En esta fase, donde el ‘depredador’ busca a su víctima, tiene escenario en espacios más abiertos y públicos, como las redes sociales. En esta fase se destacan tres perfiles de maltratadores. El narcisista, que es socialmente muy hábil; el obsesivo, que busca en Internet a sus potenciales ‘candidatas’; además del paranoico, que busca a su ‘chica ideal’ también en la red.

El cortejo

En esta fase el maltratador usa su estilo particular para tratar de engañarte y hacerte tener una imagen idealizada de él. Según asegura Vallejo, de esta forma consiguen mostrarse como “personas maravillosas que convierten lo normal en increíble, lo que es imposible lo hacen posible y así conquistan a la mujer hasta lograr una confianza ciega”. Durante esta fase ilusionan a las mujeres y les prometen ser lo mejor que les ha pasado en sus vidas, adaptando su manera de ser a los deseos que tú puedas tener. “Esta situación se puede confundir con el amor, pero nada parecido, y debe comenzar a alarmarnos”, dice López Vallejo.

El encanto

La fase del encanto es cuando el cortejo ha sido efectivo y se establece una relación entre la mujer y su maltratador. En esta fase tú generalmente ves la realidad con un lente deformado, siendo tu pareja rodeada con un halo de perfección. Generalmente en esta fase se manifiestan los aspectos más graves del maltratador, que son percibidos por tus familiares y amigos, pero tú no te das cuenta. Si estás atravesando esta fase en tu relación, ten en cuenta los consejos de las personas más cercanas a ti, ya que este es el peldaño más cercano a la violencia machista y la siguiente fase puede causar serios daños, físicos y psicológicos, en ti.

El maltrato

Con el maltrato llega el fin del encanto y empiezas a darte cuenta de la gravedad de la situación en la que estás involucrada. Generalmente se manifiesta con los primeros meses de la convivencia, ya sea como novios o en el matrimonio. Cuando el maltratador se da cuenta que tú no puedes satisfacer cada exigencia egocéntrica que pueda tener, empieza a perder continuamente el control.

En el caso del narcisista se puede quejar de ti, de tu falta de halagos para él y de las pocas acciones de admiración y aprobación que le demuestras

Para el obsesivo cualquier acto de libertad o autonomía que tengas será para él una rebelión en su contra.

El paranoico, por su parte, puede interpretar las acciones de otras personas hacia ti como un acto de traición que estás cometiendo. Una personas con este perfil siempre cree que alguien está tratando de arrebatarle sus ‘pertenencias’, es decir alejarte a ti de él.

“La consecuencia directa en todos los casos es finalmente la misma: El hombre decide que ha sido traicionado en sus expectativas por su propia compañera. El agresor en este punto, como se siente víctima, se cree moralmente autorizado a proceder con la violencia psicológica, actos de maltrato que toman la forma de la venganza, reivindicación, castigo, violencia, tortura, acciones que le permitan equilibrar la situación”, explicó López Vallejo.

La violencia psicológica también suele ser usada por el maltratador. Constituye una forma de abuso más sutil y difícil de percibir, pero no por eso menos traumático para las mujeres que lo padecen. Usualmente estos actos conllevan a las mujeres víctimas a disminuir su autoestima, a perjudicar o perturbar su sano desarrollo y a la depresión e incluso al suicidio. Este tipo de violencia cuenta con algunas señales que puedes reconocer con facilidad, entre ellas están:

• Manipulación, intimidación, acoso, chantajes y amenazas.
• Agresiones verbales: humillación, menosprecio, burlas, bromas hirientes, desvaloraciones, descalificaciones, subestimar.
• Celos y conductas controladoras que pueden darse tanto presencialmente, por teléfono o por redes sociales (controlar el celular o el tipo de vestuario).
• Se culpa a las mujeres por asuntos que no son de su responsabilidad.
• Amenazas dar a conocer secretos o exponer asuntos íntimos.
• Aislamiento (impedir o prohibir estar con amigos, amigas y/o familiares).

Los tipos de violencia contra la mujer más comunes

Los expertos han catalogado hasta varios tipos de violencia contra la mujer, dependiendo de sus características y nivel de afectación en ellas. Es importante que todos los conozcamos los más frecuentes y los tengamos en cuenta, para ser conscientes de cuáles son sus señales y cómo podemos detenerlos.

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Violencia simbólica: Se lleva a cabo por medio de patrones estereotipados, así como mensajes o signos que perpetúan las relaciones de dominación, desigualdad y discriminación, terminan por naturalizar una subordinación de la mujer en la sociedad.

Violencia sexual: Se considera toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la mujer a decidir libremente sobre su sexualidad. Este se refiere no sólo al acto sexual, sino toda forma de contacto o acceso sexual, además de actos lascivos violentos o la violación.

Violencia patrimonial y económica: Está definida como toda conducta que esté dirigida a ocasionar un daño al patrimonio de las mujeres. Incluye todo acto que genere limitaciones económicas con los que se pretenda controlar sus ingresos o la privación de los medios económicos indispensables para vivir. 

Violencia doméstica: Es el empleo de fuerza física o violencia psicológica, intimidación o amenaza, entre otras, ejercida contra una mujer por un miembro de su grupo familiar, sin importar en qué lugar ocurra esta. Incluye las relaciones afectivas vigentes o finalizadas, no siendo requisito la convivencia. 

Violencia laboral: Esta se define como la discriminación hacia la mujer en lugares de trabajo públicos o privados en el que se le obstaculicen el acceso al empleo, ascenso o estabilidad en el mismo. Se manifiesta cuando se le exigen requisito sobre el estado civil, maternidad, edad, apariencia física o buena presencia. También es considerada una violencia el quebrantar el derecho de igual salario por igual trabajo y el hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral. 

Violencia institucional: Esta se define como las acciones u omisiones las diferentes autoridades de cualquier institución pública y que tengan como fin impedir, obstaculizar o demorar el acceso de las mujeres a las políticas públicas, así como que puedan ejercer sus derechos y tener una vida libre de violencia.

Acoso u hostigamiento: Estas son conductas abusivas que se caracterizan por palabras, actos o gestos, por cualquier medio, dirigidos a intimidar, importunar o vigilar a una mujer, causando daños en su estabilidad emocional, prestigio, integridad física o psíquica.

Además de estos, algunos países han tipificado otras modalidades de violencia en contra de la mujer entre ellas la prostitución forzada, la esclavitud sexual, el acoso sexual, la violencia en pareja, la violencia comunitaria y la esterilización forzada, entre otras.

Es importante que sepas que no estás sola en caso de ser víctima de maltrato y que tanto tu familia y amigos pueden estar allí para ti. Recuerda siempre dar a conocer esta situación a un profesional y a las autoridades, para que puedan trabajar contigo y ayudarte. Siempre hay alternativas para escapar a esa situación difícil. No te rindas. 

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