Consejos prácticos para mejorar la autoestima

La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos y es una valoración que formamos desde muy pequeños. Cuando nuestros padres nos dicen que somos inteligentes, valiosos, cariñosos o graciosos, están ayudándonos a formar una autoimagen que, variará con los años, pero que es la base de una cualidad que nos servirá para siempre: la autoestima.

A las personas con baja autoestima les cuesta superar los problemas cotidianos de la vida; sienten que no pueden gustar a nadie más o que no son lo suficientemente buenos para nada. A ellos les viene bien una dosis de recomendaciones para aceptarse como son y admitir que no todo sale como uno quisiera pero que son personas con grandes cualidades.

Incluso las personas que tienen una alta autoestima también necesitan un empujón porque los problemas graves (divorcio, muerte de un ser querido, enfermedades, pérdida de trabajo, etc.) pueden afectar su autoimagen y sus ganas de vivir la vida con optimismo.

La autoestima, según los expertos, no es única y fija para toda la vida. La autoestima es cambiante y sobre todo, mejorable.

1. Deja de enfocarte en tus defectos. Tienes cualidades y habilidades. ¿Por qué no las potencias en vez de estar concentrado solamente en tus defectos? Ser demasiado rígido con uno mismo puede acarrear dificultades para aceptarse con todo lo bueno y todo lo malo. Vale la pena mirarnos al espejo una vez por semana y decirnos a la cara nuestras cualidades y virtudes. Esas inyecciones de energía son necesarias para la autoimagen.

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2. Disfruta el camino, no solo la meta. "Hasta que no adelgace 5 kilos no me pongo ese vestido". ¡Muy bien! ¿Pero qué estás haciendo para adelgazar? Muchas personas están tan obsesionadas con la meta de un objetivo que no se plantean un camino coherente para lograrlo. Hay que disfrutar el proceso y celebrar cada pequeño logro conseguido.

3. Los errores también son positivos. Dicen por ahí que "el único que no se equivoca es el que no hace nada". Pues bien: las grandes historias de éxito empresarial están llenas de ejemplos de errores. El error nos debe motivar a mejorar, a cambiar y no debe ser una piedra que arrastramos con rabia o dolor. Lo importante de equivocarnos es llevar el error al terreno de la reflexión y perder el miedo a "volver a empezar".

4. Empieza nuevas actividades. ¿Siempre has querido aprender a pintar, a tocar guitarra, a manejar? Emprender nuevas actividades nos motiva a explorar habilidades que desconocíamos y nos sentiremos orgullosos de nosotros mismos.

5. Un autodiagnóstico completo. Cada cierto tiempo conviene sentarnos a reflexionar cómo somos, qué defectos físicos tenemos y no podemos cambiar, qué cualidades nos definen, qué aspectos de nuestra personalidad no nos gustan y queremos erradicar... Este autodiagnóstico nos ayudará a entender qué podemos cambiar y qué no y cómo podemos proyectarnos a los demás.

6. Tus opiniones cuentan. Si tienes algo qué decir en una reunión de trabajo o de familia, hazlo. No te guardes tus opiniones por considerar que no son importantes. Expresarte te ayudará a escucharte y ver las reacciones de los demás. Sin miedo, con seguridad en ti mismo.

7. La solidaridad da alegría. La generosidad desinteresada, el trabajo voluntario en causas sociales, la ayuda a un amigo o a un colega del trabajo... todo cuenta en este ejercicio solidarios que todos deberíamos emprender. Es gratificante a nivel personal y nos devuelve seguridad en nosotros mismos.

8. ¡Muévete! El ejercicio físico ayuda a mantener cuerpo y mente en forma. Nos limpia de toxinas, nos ayuda a pensar en otras cosas que no sean el estrés cotidiano y nos genera bienestar, gracias a la liberación de endorfinas.

9. El presente, siempre. Disfrutar cada momento con los seres queridos e incluso, con uno mismo, es muy importante para dejar de pensar "qué hubiera pasado sí", "qué pasará si..."

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