¿Qué es la orientación profesional?
Es un proceso en el cual un experto guía a un individuo que va a emprender una carrera o quiere un cambio profesional. Es usual que se dé al final de la etapa escolar, sin embargo, también al final de la educación universitaria o cuando desean cambiar de campo laboral.
El orientador suele ser un psicólogo o profesional en ciencias sociales que puede determinar en consulta, y con herramientas como test y el análisis de antecedentes escolares o laborales, las opciones más favorables para la vida, y acompañar al paciente en la toma de una decisión acertada.
El orientador también ayuda a ver un panorama más completo, los caminos a los que podría dirigir cada una de las decisiones que tome el consultante, con recursos que permitan claridad. Y da herramientas para que el camino seleccionado llegue a buen término.
¿Cómo se relacionan psicología y orientación profesional?
La orientación profesional es un campo de acción de la psicología, pues tiene relación tanto con los procesos de aprendizaje, como con el desarrollo del individuo y la gestión del talento. Los psicólogos tienen herramientas para identificar y solucionar posibles dilemas en estos campos.
Durante las etapas escolares, los psicólogos pueden detectar las inclinaciones de los pacientes y dirigirlos a aprovecharlas o mejorar aquello en que encuentran inconvenientes. También pueden determinar si estos gustos o falencias responden más al entorno que a su interés personal o falta de habilidades, pueden deberse a una estimulación incorrecta, a la moda o a que los niños sientan la necesidad de satisfacer a su familia, antes de seguir su verdadera vocación, por ejemplo. Ahí el psicólogo puede trabajar con el entorno para que apoye al paciente.
Quienes dirigen su estudio a la gestión del talento no solo pueden acompañar en la elección de la profesión, sino que guían para que esa elección sea exitosa. Como son los encargados de los procesos de selección y de los entornos laborales, pueden ayudar en temas como la configuración de una hoja de vida o la manera más idónea de abordar una entrevista laboral. Ya dentro de las empresas, pueden colaborar con la asignación de funciones o la búsqueda de nuevos puestos para personal de valor que ya no encuentra satisfacción su tarea.
¿Cuáles son los principios básicos de la orientación profesional?
Cualquier persona es susceptible de orientación en cualquier momento de su vida. El proceso de orientación involucra a los entornos de los pacientes y su ayuda puede ser fundamental. El orientador debe mantener la curiosidad y el gusto por las innovaciones en su campo para que pueda ejercer su labor.
Otros principios básicos son:
- Debe estudiar las poblaciones en las que trabaja para identificar fenómenos comunes o falencias en su campo de acción.
- Durante el proceso de orientación, debe saber identificar las motivaciones, aptitudes e intereses de los sujetos para guiarlos de manera adecuada.
- Al evolucionar sus sujetos, debe estar atento a que su proceso sea exitoso y a las posibles correcciones que puedan necesitarse.
¿Cuáles son los objetivos de la orientación profesional?
Ayudar al consultante a crear un proyecto de vida acorde a sus gustos, aspiraciones y capacidades. Esta necesidad puede surgir en diferentes momentos del desarrollo personal y con diferentes dimensiones.
En la etapa escolar, el orientador no solo actúa al final del ciclo, sino que puede intervenir antes de la secundaria y el bachillerato para acompañar en la selección del campo del saber que se quiere seguir y las clases adecuadas para un proyecto de vida en formación. Luego, cuando se concluyan los estudios, puede aconsejar la formación complementaria a seguir o los trabajos donde el consultante sería más exitoso y estaría más satisfecho consigo mismo.
Durante la educación superior o técnica, el orientador puede colaborar en la selección del currículo y de opciones de pasantía profesional o tesis académica, para que continúe el proyecto de vida o, de ser necesario, se configure uno nuevo. Es común que en esta etapa, los estudiantes deserten o cambien de carreras por una mala orientación o la ausencia de ella. El objetivo del orientador es que esto suceda lo menos posible para que no haya frustraciones u otras dificultades.
Finalmente, durante la etapa laboral, el orientador también puede preocuparse por la satisfacción de su paciente, pues las metas y gustos varían con el tiempo.
¿Cuáles son los problemas más frecuentes tratados por la orientación profesional?
Es común que una persona que acude a la orientación profesional se encuentre cerca o ya padezca una crisis existencial. Los consultantes están en una etapa determinante de su vida y sienten que no tienen las herramientas para tomar decisiones trascendentales de manera acertada.
En este caso, el orientador debe evaluar si puede responder a las necesidades del consultante o si debe remitirlo a otro especialista. De igual forma, el orientador, al estar en contacto cotidiano con los alumnos, sus profesores y padres de familia, puede detectar aspectos que puedan necesitar intervención de otros profesionales.
Sucede que por la falta de orientación profesional, los estudiantes de educación superior tengan crisis y quieran desertar o cambiar de carrera, en estas situaciones los orientadores deben evaluar si estas crisis son producto de cuestiones externas o si en realidad el paciente debe revaluar sus decisiones, de igual forma, debe acompañarlo en este proceso y procurar que los acontecimientos no entorpezcan demasiado su futuro. En el mundo laboral, también puede enfrentarse a estos casos.
Dentro de las organizaciones, los orientadores pueden enfrentarse a ambientes que no favorecen el desarrollo personal y profesional de sus empleados, para lo que pueden intervenir con el diseño de programas que permitan la movilidad o que les brinden a los empleados otras posibilidades.
¿Para qué personas puede ser útil la orientación profesional?
Para personas que se encuentran en momentos determinantes de su desarrollo, el final de una etapa educativa o en una crisis existencial que les demanda acción. La orientación es una ayuda que no necesariamente resolverá todos los problemas, pero ayudará a ver las cosas desde otras perspectivas.
También puede ser valioso para quienes necesitan comunicar de mejor manera sus decisiones, el orientador puede acompañar a todo un entorno familiar para motivarlos a apoyar el camino seleccionado por uno de sus miembros.
En las instituciones escolares es muy importante contar con un orientador, pues no solo trabaja casos individuales, sino que tiene la capacidad de evaluar toda la comunidad e incluso levantar datos que puedan ser útiles en el diseño de campañas y programas que beneficien al colectivo.
¿Quién te puede ayudar?
Además de los profesionales que trabajan directamente en las instituciones educativas, los jóvenes en etapa escolar pueden acudir a un profesional externo que les proporcione orientación más profunda. Sin embargo, es aconsejable que ambos profesionales conversen también con el resto del entorno del paciente.
Para las personas que ya se desempeñan en el ámbito laboral, pueden recurrir a un coach, un terapeuta especializado o, si existiere, al personal dedicado a estos aspectos en su lugar de trabajo. También es importante contar con diferentes perspectivas y apoyos. En este sitio se pueden consultar los diferentes especialistas.
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