Si te molestan los ruidos de otras personas, puedes sufrir misofonía

Algunas cosas que a unos los molestan pueden parecer una exageración para muchos otros. Sin embargo, puede tratarse de afecciones de salud reales que incluso interrumpen la vida de las personas que las sufren.

¿Has escuchado los ruidos que produce alguien al comer? Si la respuesta es sí, y te enfureces cada vez que te pasa o que incluso escuchas a alguien hacer sonidos con su respiración al comer, podrías sufrir de misofonía. Quienes sufren esta fobia detestan oír a otros comer, sorber, toser, masticar, o producir sonidos con ciertos objetos (cubiertos, tizas, uñas, etc).

Más que sensible

Sonidos como el chillido de un tenedor raspando el plato son ruidos que incomodan normalmente sin embargo, la misofonía va más allá de la sensibilidad a estos ruidos. Las personas que la sufren llegan a veces a extremos como evitar ir a ciertos lugares públicos, como el cine, por el hecho de que no soportan el ruido que la gente hace al comer.

En el Reino Unido se han registrado casos en los que individuos han renunciado a sus trabajos para evitar cosas como el trayecto de 30 minutos en tren, en el que es casi inevitable escuchar a personas masticar… A una persona con misofonía le basta escuchar el crujir de unas papas fritas para tener deseos de salir corriendo o sentir otros síntomas propios de un ataque de pánico.

Respuesta cerebral a los ruidos

La revista especializada Current Biology publicó los resultados de investigaciones realizadas en el Reino Unido, en las que se exploró el cerebro de 20 misofónicos y 22 personas sin la condición mediante escáner.

Ruidos como gritos, lluvia y otros sonidos (molestos para los voluntarios), se reproducían mientras estaban en la máquina de resonancia. Una experiencia nada placentera pero muy provechosa en lo que se refiere a los hallazgos: Los científicos notaron que existía demasiada actividad en la corteza insular inferior de los pacientes con misofonía, es decir que el área del cerebro que une los sentidos con las emociones era sobreestimulada.

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Respuesta emocional

Si estás masticando y alguien te observa con ojos iracundos puede ser que su cerebro esté condicionado a tener una reacción emocional hacia el rudio que estás haciendo. Los pacientes con misofonía al parecer tienen una configuración diferente en estas zonas del cerebro. En entrevista con la BBC, el doctor Sukhbinder Kumar de la Universidad de Newcastle explica que:

"(Estos pacientes) se saturan cuando escuchan los sonidos que disparan la reacción".

¿Saturarse? Esto quiere decir que la respuesta que tienen es igual inicialmente a la de cualquier otra persona, pero en ellos se exagera mucho llegando a sentir emociones como ira (la emoción más común entre los afectados).

Cómo manejar la misofonía

Al tratarse de una condición recientemente reconocida no hay muchos avances en los tratamientos y aunque unos buenos tapones de oídos pueden ayudar a sobrellevarla, otras opciones como el apoyo de un psicólogo experto en fobias, pueden ser de gran ayuda para estos pacientes.

Acudir a un terapeuta e intentar hacerle frente a este problema, es una decisión valiente si se trata de una fobia, también se recomienda evitar el consumo de alcohol y café porque estas sustancias que empeoran la condición… Sin embargo no debemos resignarnos, la misofonía no tiene por qué interrumpir la vida.

Muchos pacientes pueden llevar una vida 'normal' porque las fobias no nos definen, ni mucho menos nos deben limitar.

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