El diálogo interno: El mejor aliado de tus emociones.
La persona con la que más te comunicas diariamente, es contigo misma...¿Sabes cómo lo haces?...Te cuento un poco en este apartado.
¿Quieres saber quién es la persona con la que más hablas?
El dialogo interno: El mejor aliado de tus emociones!
"Lo peor que puede pasarle a un hombre es llegar a pensar mal de sí mismo"-Goethe.
Para reflexionar un poco: Piensa por un momento, ¿Con quién hablas más? ¿Quién es esa persona con la que más dialogas?... Eres tú misma, si…así es, parece extraño pero esa vocecita interior que todos tenemos, es lo que se conoce como diálogo interno.
¿Sabías que con la persona que más hablas, es contigo misma? Ahora te pregunto: ¿De qué forma te comunicas contigo misma? ¿Cómo te hablas?... Te invito a que hagamos un espacio de reflexión interior, generalmente la manera como nos relacionamos con nosotros mismos, influye positiva o negativamente en nosotros mismos y en nuestra autoestima; de manera que somos los primeros en latigarnos, en tratarnos mal, en destruirnos emocionalmente.
Comparto con ustedes esta pequeña reflexión, acerca de la manera como te hablas a ti mismo; somos seres humanos, no estamos exentos de pasar por dificultades o problemas, que nos afectan. Compartimos sentimientos, emociones y experiencias con otras personas a nuestro alrededor; eso hace parte de nuestra vida, del día a día y de nuestra necesidad de relacionarnos y ser parte o pertenecer a un lugar o grupo de personas.
El respeto hacia los demás, es la base de cualquier tipo de relación y especialmente, para que esta relación se mantenga y perdure. ¿Pero qué pasa, cuando tú mismo te irrespetas? Te afectas emocionalmente, si tratas bien a otros, porque no hacerlo contigo mismo. Vivimos en este mundo y andamos siempre en esa búsqueda de afecto, de amor, de aceptación, de ser queridos y amados por los demás; deberíamos iniciar por nosotros mismos, dándonos amor, mucho afecto y comprendiéndonos más.
Claro está, que, como seres humanos, no somos perfectos, en ocasiones no es fácil controlar nuestros pensamientos, pero recuerda, que tienes la capacidad para hacerlo; eres dueño de tu propia mente y, por consiguiente, de tus pensamientos. No siempre son los más adecuados, tratándose de nosotros mismos, la crítica es más fuerte. Todo ese amor por el cual nos esforzamos y que vivimos en función y en la búsqueda constante, debe primero empezar con nosotros mismos. Trátate bien, de la misma forma como te gustaría que te trataran.
Ámate todos los días de tu vida, se tu propia guía, tu fortaleza interior, ese sostén que quieres encontrar en otras personas. No se trata de permisividad, al contrario, deja la crítica constante, esa que desde tu diálogo interior te juzga, te señala, te reprocha y que resulta finalmente discapacitandote.
El diálogo interior es una herramienta poderosa para corregir los pensamientos negativos y transformarlos, en pensamientos positivos y adaptativos.
¿Cómo hacerlo?
Es muy importante que comencemos a tener un diálogo más asertivo y constructivo con nosotros mismos; para comenzar, te diré, que, este proceso mental, puede llegar a ser un eficiente recurso terapéutico; ya que tiene dos extremos, depende de cual quieras utilizar, puede ser muy provechoso o, por el contrario, te puede destruir.
Cuando estamos despiertos, generamos toda una serie de pensamientos, que generalmente involucran nuestras emociones, las cuales manifestamos a diario; por consiguiente, sería muy conveniente aprender a controlar nuestro diálogo interior, esa vocecilla desde lo más profundo de nuestro interior, que a menudo, nos habla, nos direcciona y nos dice qué hacer y cómo hacerlo.
¿Cuáles son?
Existen cuatro tipos de diálogo interno, de acuerdo con los especialistas en el campo de la psicología: El victimista, el catastrófico, el autoexigente y el autocrítico. La pregunta es, ¿Cuál de estos eres? Te los explico:
- El catastrófico: Aquel que se anticipa a los hechos, sin que aún ocurran y de forma magnánime, resultante de percepciones equívocas, que en ocasiones originan solo miedo.
- El autocrítico: Este es un tipo de diálogo interno, muy malo, la crítica es constante, el compararse con los demás, no resulta favorecedor y siempre quedará en desventaja.
- El victimista: Es una estrategia bastante utilizada como medida de generar compasión de los demás; ese "nadie me quiere", "nadie me entiende", "todo el mundo me odia". Lo escucharás siempre de este tipo de personas.
- El autoexigente: Se impone metas muy altas, se exige demasiado, al punto de que, si no se cumplen, genera situaciones de estrés.
¿Puede el diálogo interno cambiar tu cerebro?
"Los hombres deben saber que el cerebro es el responsable exclusivo de las alegrías, placeres, risa y diversión, y la pena, desaliento y las lamentaciones. Y gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos sabiduría y conocimientos, y vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo que es bello, lo que es malo y lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es insípido… Y gracias a este órgano nos volvemos locos y deliramos, y los miedos y terrores nos asaltan… Debemos soportar todo esto cuando el cerebro no está sano…Y en este sentido soy de la opinión de que la víscera ejerce en el ser humano el mayor poder". Hipócrates (S.IV a.C.) Sobre las enfermedades sagradas.
Una de las creaciones más enigmáticas, complejas y perfectas del universo, es nuestro cerebro; esa estructura viva, con capacidad natural para recuperarse y reestructurarse, permite que cambiemos y aprendamos en todas las etapas de nuestras vidas, no se detiene mientras haya vida. Tanto así, que, no solo aprendemos en la cotidianidad, también desaprendemos mediante ese filtro que es el cerebro, lo que es relevante y lo que no lo es.
¿Cómo hacerlo?
Como mencioné inicialmente, la persona con la que cada quien más habla, es consigo misma, esa conversación diaria y constante que tienes contigo, puede llegar a fortalecer, diversas áreas cerebrales y a crear nuevas redes neuronales, que te pueden ayudar a aliviar, tus estados emocionales. Opuesto a lo anterior, cuando tu diálogo interno es negativo, sombrío, y desalentador; conlleva sin duda alguna, a incrementar el malestar emocional.
Con frecuencia, nuestro diálogo interno, suena de la siguiente manera: ¿Qué bruto soy? ¿No sirves para nada? ¿Todo me sale mal? ¿Mejor no abro la boca? ¿Soy lo peor que puede existir?... Somos lo que nos decimos, así lo creemos y nos convertimos en maltratadores de nosotros mismos. No es fácil cambiar de la noche a la mañana nuestro diálogo interno, direccionar esa vocecilla interior que, si bien convive con nosotros, es parte necesaria y al mismo tiempo, es infalible a la hora de juzgarnos.
¿Por qué hacerlo?
Todo lo que pasa en nuestra mente, ideas, pensamientos, afirmaciones, impactan en nosotros de manera considerable, bien sea de manera positiva o negativa; por consiguiente, reestructurar esa voz interior, es de vital importancia, si queremos que nuestro cerebro se fortalezca y se vuelva menos vulnerables a trastornos como la depresión y ansiedad.
Diversas técnicas son una alternativa para mejorar nuestro dialogo interno, una de ella, es la Programación Neurolingüística (PNL); mediante esta técnica, lo que se quiere es mejorar la calidad de vida de las personas y que ellas mismas, busquen y dispongan de todas las opciones que les permita salir de cualquier situación por difícil que sea. Es más, una actitud mental positiva frente a la vida, mente abierta a infinitas posibilidades y una manera flexible de actuar; ya que no solo se trata de comunicarnos con nosotros mismos, de ahí parte la comunicación y el buen trato con los demás.
Consejos útiles para mejorar tu dialogo interior
Fundamentalmente es necesario que evites a toda costa actitudes y pensamientos negativos; a continuación, te menciono algunos consejos que te pueden ser útil, para mejorar esas voces internas:
- No te concentres en el problema: gastamos demasiada energía pensando en el problema y dedicamos poco tiempo en la solución; céntrate en la solución, así como eres parte de ese problema, también haz parte protagónico en busca de la solución.
- Menos drama y más acción: ¡no exageres!! No hagas de un vaso de agua un diluvio.
- Deja el pesimismo: llénate de optimismo ante cualquier situación, piensa que tendrás un resultado positivo y bueno.
- Cambia el "debería" por el "podría": puedes darte la oportunidad tú mismo, de explorar nuevas opciones y alternativas; no te cierres, mente abierta todo el tiempo, te permite elegir entre posibilidades, la mejor solución.
A manera personal, puedo pedirte una sola cosa: "Quiérete a ti mismo, tal cual como quisieras que otros te quisieran". No esperes a que ese amor te lo demuestren otras personas, ni busques aceptación constante, demuéstratelo tú mismo. Piensa por un solo instante, si tú no te quieres, ¿porque deberían los demás a hacerlo?
Comienza por ti mismo, sin irte a los extremos, pueden comenzar por respetarte y amarte, no te castigues, no hay porque hacerlo. Al contrario, haz que tu dialogo interno te consienta, te abrace, te llene de mimos. No se trata de solaparte a ti mismo, no hay que confundir, se trata de que no te maltrates, no seas tu propio inquisidor.
Beneficios del diálogo interno positivo
- Reduces las posibilidades de un trastorno por depresión
- Disminuyes tus niveles de ansiedad
- Controlas tus niveles de estrés
- Resistencia emocional
- Bienestar físico y psicosocial
- Poca probabilidad de riesgo psicosocial
- Mejoras la calidad de vida
- Autodescubrirnos para poder entendernos
- Autorreconoces tus errores
- Cambias aspectos negativos
- Autoconfianza
- Mejoras la autoestima
- Te aaceptas como eres
Algunos ejemplos que te pueden orientar:
- "No lo haré, a mí nunca se me dan bien las cosas" … (Diálogo interno negativo)
- "Puedo hacerlo, voy a intentarlo, sé que puedo lograrlo" … (Diálogo interno positivo)
- "Nunca podré ser mejor, para qué intentarlo si sé que no puedo" … (Diálogo interno negativo)
- "Podría intentarlo, no pierdo nada con hacerlo" … (Dialogo interno positivo)
Podríamos seguir con estos ejemplos muy ajustados a la realidad de algunas personas, no es un hecho innegable, la gran cantidad de actividad comunicativa que tenemos con nuestro "yo", a menudo, no es muy buena en términos adaptativos, ya que nuestros pensamientos van de la mano con nuestras emociones; precisamente, nosotros mismos nos encargamos de que nuestras emociones no encuentren un balance y desencadenamos toda una cascada emocional y terminamos en situaciones desgastantes y debilitantes.
Ahora que ya lo sabes, ¿Te identificas con alguno de los ejemplos anteriores? De ser así, es hora que cambies de perspectiva, ¡desmovilízate!... Hay infinidad de soluciones a la mano, según sea tu problemática. Solo debes comenzar a creer en ti mismo, a hablarte mejor, con más tolerancia, respeto y bondad. En ocasiones, nos volvemos expertos en dar consejos a los demás, nos convertimos en ese amigo que te alienta, que te anima, que te dice palabras en el momento preciso. Es toda una dicotomía, para los demás eres ese amigo invaluable, que siempre sabe que decir y el momento para hacerlo; para ti mismo, eres tu peor enemigo; suena algo duro, pero así es, no tenemos piedad y mucho menos consideración, cuando se trata de juzgarnos, no hay filtro alguno.
Te animo a que cambies desde ya tu diálogo interno negativo por uno positivo, sin dejar de ser realista y ubicarte, puedes trabajar en proponértelo como una meta, algo que quieres lograr, de seguro así será; aprovecha esta oportunidad para que cambies aspectos de tu vista que poco te agradan, es inevitable nuestro diálogo interno, está ahí y es una realidad. La injerencia negativa o positiva que tenga en cada uno de nosotros, será una decisión personal. Decides si quieres que sea una oportunidad de cambio o se convierta definitivamente en un obstáculo para tu vida y tu funcionalidad.
Convierte a tu mente en tu mejor aliada
En adelante, conviértete en el mejor aliado de tu mente y de tus pensamientos, cuídala como si cuidaras el más preciado de los tesoros, deja de cuestionarte con preguntas tan debilitantes. Cada vez que esto te ocurra, o que tengas un pensamiento negativo, inmediatamente cambia e instaura uno positivo, más adaptativo y ecuánime. Depende única y exclusivamente de ti, tu diálogo interno influye más de lo que crees, en tus manos está que lo utilices como una herramienta llena de oportunidades, posibilidades y direccionado a tu bienestar en general; o si por el contario, lo conviertes en tu peor enemigo, que no te deja estar bien, que te autolimita y te sabotea constantemente.
¡Recuerda! ¡Eres lo que piensas!
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Gracias, me encantaron los consejos.
Excelente reflexión. Creo que como docente la puedo realizar con mis estudiantes para llevarlos a que se valoren ellos mismos.
Muy bueno, claro y completo. Muchas gracias! ♡
Buen artículo, muchas gracias por compartir. Saludos.
Muy buen artículo, deja buenos tips y especialmente recalca en la importancia de lo saludable del dialogo interno positivo