¿Y si soy yo la persona tóxica?

 A veces vamos por la vida esquivando personas que consideramos ‘tóxicas’, sin darnos cuenta de que lo que vemos en ellos es en realidad un reflejo de nuestras propias imperfecciones en algunos casos.

Averigua si tú mismo(a) eres una persona tóxica con este test. Este test es orientantivo. En ningún momento intenta ser un diagnóstico, sino que se requiere atención y evaluación psicológica para cada caso en particular.

¿Cómo se define una persona tóxica?

Si aún no te suena mucho el término, al hablar de una persona tóxica nos referimos a quienes hacen daño, o nos roban energía en una u otra medida.

En palabras de la psicóloga Silvia Olmedo:

“Una persona tóxica es aquella que nos hace daño (…), hay grados diferentes de toxicidad, hay personas que son molestas, otras tóxicas y otras pueden llegar a ser casi letales, emocionalmente hablando”.

Hay que considerar que por lo general ser una persona tóxica se evidencia en los comportamientos e interacciones con otros, pues en ellas se revela la poca empatía que se siente por los demás. Al mismo tiempo, quien tiene una actitud tóxica suele ponerse en el centro y enfocarse en lo malo de los otros como método para sentirse más a gusto consigo mismo o superar sus propias crisis.

¿Relaciones tóxicas o personas tóxicas?

Muchas veces estos comportamientos son inconscientes, por lo que te recomendamos que no te sientas culpable, sino que una vez que detectes el problema hagas algo al respecto.

Para salir de dudas piensa en esto:

“Hay ciertas conductas y señales de las personas que te rodean que pueden hacerte sospechar que puedes ser una persona toxica para ellos. Señales como que eviten tu compañía o no quieran discutir contigo. Otra señal de sospecha es cuando no te dicen lo que piensan o en todo te dan la razón porque te tienen miedo. Por otra parte, si somos personas inseguras, con una autoestima baja o controladoras, la probabilidad de que creemos relaciones tóxicas es muy alta”, comenta Olmedo.

Tal vez no se trata de que seamos personas tóxicas, sino que en algunos casos desarrollamos relaciones tóxicas en las que hay maltrato, irrespeto, entre otras faltas. No necesariamente al hablar de relaciones nos referimos a las románticas, pues, así como podemos ser parejas celosas y demandantes, también podemos ser amigos envidiosos y padres controladores.

Ser parte de una relación tóxica puede ser un punto de partida para desarrollar actitudes de una persona tóxica, así que mantente alerta.

¿Qué hacer si soy la persona tóxica?

Sin importar cuál sea la motivación que te llevó a caer en este error, es posible remediarlo. Empieza por tomar nota de estos consejos prácticos:

• No hay nada mejor que ser francos

A nadie le gusta descubrir que es la persona tóxica de su entorno, pero darnos cuenta de que lo somos es en realidad una gran ganancia. La única forma de trabajar para ser una mejor versión de nosotros mismos es ser sinceros con las cosas malas que hay en nosotros.

 “Resulta muy complicado que una persona con estas características sea consciente y reconozca que es tóxico. Tendría que ocurrir una experiencia muy significativa en su vida, para que sea un punto de inflexión que provoque ese reconocimiento”. - Miguel Ángel Rizaldos, psicólogo.  

Es probable que no te sientas seguro de cómo enfrentar esta situación, o tengas dudas al respecto porque nadie ha tenido el valor de decírtelo, pero con tu sinceridad y con la ayuda especializada podrás superarlo, pues sin duda tienes también muchas cosas buenas en ti que podrás reforzar, para además alimentar tu seguridad y autoestima.  

Ponle solución a tu toxicidad

Según los especialistas hay diferentes perfiles tóxicos pues los comportamientos pueden ser muy diferentes, y la ‘toxicidad’ puede aparecer en diversos grados también. Para saber qué hacer el psicólogo especialista Miguel Ángel Rizaldos, ha definido y agrupado los más comunes:

1. Manipulador: trabaja la expresión de tus emociones.

Este tipo de persona tóxica se ve como todo lo contrario… Parece nuestro mejor amigo, confidente y apoyo, y es ese al que le contamos nuestros secretos y debilidades sin que sepamos que luego las usará para herirnos si llega a sentirse atacado.

Si encajas en este perfil es probable que hayas actuado así pero que en principio esa no haya sido tu idea. Esto puede presentarse porque tienes problemas para expresar y reconocer tus emociones de manera sana, por lo que el consejo principal es que empieces a trabajar en ellas para aumentar tu bienestar y sentirte más seguro. En la medida en que te sientas más seguro, y sepas expresar lo que sientes de manera sana, tendrás menos reacciones tóxicas o manipuladoras.

 “Este tipo de comportamiento es común que se haya aprendido después de no haber tenido un desarrollo emocional saludable. Por ello, convendría trabajar el reconocimiento, expresión, y regulación de las emociones, en un desarrollo continuo y permanente, cuyo objetivo último es aumentar el bienestar personal y social”, añade Rizaldos.

2. Envidioso: alégrate por lo que tienes y céntrate en ello.

Mirar mucho hacia lo que tienen los demás puede hacernos tóxicos a través de la envidia. Si deseas tener lo que otros tienen, y haces cosas en su contra para dañarles la alegría, estás alimentando un comportamiento muy tóxico. Cuando te sientas así piensa si realmente hacerle daño al otro cambiará tu realidad positivamente o si te hará obtener lo que esa persona tiene, la respuesta claramente será no.

 “Cambia el chip, céntrate en ti, no te compares, cuídate, alimenta tu vida emocional y espiritual de experiencias positivas. Si eres una persona que amas lo que eres, es difícil que seas una persona tóxica, al contrario, serás una persona nutritiva para la gente que te rodea” - Silvia Olmedo, psicóloga.

Reconoce que sientes envidia, medita en las consecuencias negativas que esto te ha provocado, y empieza a trabajar en tu empatía. Enfócate en lo que tienes, no en lo que no tienes.

3. Pesimista: detén la queja y busca el lado bueno.

A nadie le gusta escuchar todo el día las quejas de alguien, por eso si estás viendo siempre el lado malo de las cosas lo que vas a obtener es que los demás tomen distancia de ti.

Aunque te cueste empezar a hacerlo es importante que empieces a buscar y alimentar pensamientos optimistas pues ellos son el punto de arranque para lograr comportamientos positivos también. Busca ayuda de especialistas en crecimiento personal sientes que necesitas apoyo.

Según el psicólogo Rizaldos “todo esto inicialmente nos causa rechazo, porque nos cuesta esfuerzo y deseamos soluciones sin trabajo, pero en la vida la distancia entre el querer y el poder se acorta con el entrenamiento, con el esfuerzo”.

4.Imponente: aumenta tu seguridad y alimenta tu autoestima.

Detrás de las personas tóxicas que se comportan de manera dictatorial, hay individuos muy inseguros de sí mismos y que luchan constantemente con pensamientos de baja autoestima.

Buscar tener el control total y ser el centro de todo es una señal clara de inseguridad.

Es frecuente encontrar estos comportamientos entre personas con cargos de autoridad que nunca se sientes satisfechas. En estos casos te recomendamos trabajar en identificar los pensamientos negativos constantes en los que te debates, e intentar reemplazarlos por pensamientos positivos. Destaca lo bueno, busca tus habilidades y poco a poco irás reforzando tu seguridad.

5. Psicópata: evita que tu placer se centre en herir a otros.

Una persona tóxica que tiene comportamientos psicópatas es aquella que hace daño a otros sin que esto le genera ningún malestar o molestia. En estos casos hay una falta total de empatía, que se expresa en acciones destructivas frente a otros con tal de cumplir sus objetivos y sin remordimiento alguno.

Para quienes se identifican con este perfil el consejo más importante es buscar asesoría profesional de parte de un psicólogo, pues sentir satisfacción al hacer daño no es algo saludable ni tampoco algo que debas aceptar. Estos comportamientos pueden llegar a ser moderados y la sensación de gusto por hacer daño puede atenuarse a través de un proceso terapéutico.

Date una oportunidad, perdónate

Si eres o fuiste alguien tóxico no te quedes en el lamento, la culpa, o el remordimiento. Como bien dice la psicóloga Olmedo: “cualquiera de nosotros, en determinadas ocasiones, nos comportamos de manera tóxica, influidos o no por otras personas. En este caso, es posible que seamos capaces de identificar esos comportamientos tóxicos”.

Lo importante es que ya estás aquí: en el punto de inicio que es la introspección. Empieza ahora a ir en una dirección diferente y buscar una mejor versión de ti. Seguro te sentirás más a gusto contigo, y quienes te rodean también notarán el cambio. 

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