¿Qué es el autismo?
Es un trastorno neurobiológico del desarrollo que se detecta en las dificultades de comunicación, establecimiento de relaciones sociales y en los patrones de comportamiento repetitivos, durante los primeros años de vida. Tiene diferentes manifestaciones y niveles, por lo que se le llama Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Según el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales, hay tres niveles de TEA, de acuerdo a la cantidad y calidad de ayuda que necesita el paciente. Algunas manifestaciones son tan leves que la persona puede llevar una vida funcional, otras necesitan asistencia permanente. Esta condición no tiene cura, pero con terapias puede mejorar.
¿Cuáles son las causas del autismo?
La causa principal es genética, sin embargo, los TEA han sido objeto de especulación durante años. Hasta el momento se ha determinado que es hereditaria, pero también puede responder a factores ambientales durante la formación del embrión.
Aunque se ha definido que los genes juegan un papel principal en la aparición de estos trastornos, luego hay estudios sobre el estado de la madre durante la gestación que podrían aumentar su nivel, por ejemplo, si la madre sufre diabetes gestacional, si hay hemorragias luego del tercer trimestre y si hay un alto nivel de estrés. También se han hecho relaciones con la edad mayor de los padres, el uso de algunas medicaciones y las dietas con alergenos como el gluten o la caseína, sin embargo, no se ha confirmado que estas sean causas de los trastornos, sino que han sido factores coincidentes con la aparición del trastorno en diferentes estudios.
Lo que sí se ha logrado confirmar es que ni las vacunas ni el cuidado de los padres durante los primeros meses de vida son factores que contribuyan al desarrollo de los TEA. Al ser trastornos sociales, durante años se culpó al actuar de los padres de la situación de los niños, incluso se recomendaba su separación para llevar a cabo el tratamiento, lo que hoy está completamente desestimado.
¿Cuáles son los síntomas del autismo?
La dificultad en la interacción social y el uso del lenguaje, además de intereses obsesivos y comportamientos repetitivos. Como los TEA tienen diferentes niveles, estos síntomas también se manifiestan en diferentes formas e intensidades.
Lo primero que se detecta es una falta de respuesta a la voz de los padres, que puede confundirse con problemas auditivos, y la dificultad en la relación social: no les gusta el contacto físico, no miran a los ojos ni tienen comportamientos empáticos o imitativos, que es lo normal en los niños más pequeños. No suelen tener capacidades lingüísticas muy desarrolladas, no entienden los chistes ni las metáforas, algunos incluso no llegan a hablar fluidamente. También se pueden observar intereses particulares y obsesiones, se estimulan a sí mismos y no comparten.
Aunque los TEA son sinónimo de problemas en el desarrollo, algunos pacientes pueden tener más nivel intelectual, por lo que son conscientes de su afección y de la diferencia con respecto a los demás. Algunos estudiosos afirman que el comportamiento obsesivo de estos pacientes en particular puede llevar a que se desempeñen brillantemente en el campo del conocimiento que les interese, además, tienen una gran atención al detalle y pueden percibir cosas que a los otros se les escapan.
¿Cuáles son los distintos Trastornos del Espectro Autista?
Los Trastornos del Espectro Autista comparten causas y manifestaciones, sin embargo, algunas variaciones entre las capacidades de los pacientes han hecho que se hable de distintos tipos. Estos han recibido los nombres de los doctores que los estudiaron, por eso se habla de síndromes de Asperger, Heller y Rett:
El síndrome de Asperger fue nombrado en memoria del médico austriaco Hans Asperger. En sus estudios él identificó los problemas de comunicación y las actividades repetitivas que caracterizan el autismo en sus pacientes, sin embargo, quienes padecen este síndrome no tienen problemas en la adquisición del lenguaje sino en la comprensión de sus formas más elaboradas, su mayor dificultad están en el lenguaje no verbal, por eso en algunos casos su detección es más tardía, cuando los niños se enfrentan a situaciones sociales complejas. La inteligencia de quienes sufren de Asperger no se ve afectada, de hecho puede ser superior a la media.
El trastorno desintegrativo de la infancia o síndrome de Heller tiene como característica propia dentro de los TEA las dificultades motrices. Quienes lo adquieren comienzan a sufrir regresiones en su desarrollo a partir de los dos años, las habilidades que han podido adquirir hasta esa edad comienzan a perderse, por eso el académico Theodore Heller lo describió como demencia infantil.
El síndrome de Rett también se manifiesta a partir de los dos años, aunque los pacientes inicialmente tienen un retraso en su desarrollo normal, cuando ya la condición se hace patente, el proceso de detiene y comienza a reversar. Los pacientes con este síndrome se vuelven completamente dependientes y tienen graves problemas de movilidad que incluso se pueden manifestar en condiciones respiratorias, por lo que está en discusión su clasificación como TEA. Este síndrome afecta sobre todo a población femenina.
¿Cuáles son las consecuencias del autismo?
Como los TEA tienen diferentes niveles y manifestaciones, sus consecuencias se mueven en un rango amplio. Por ejemplo, quienes sufren un autismo leve pueden desarrollar su vida de manera normal, por el contrario, quienes padecen el síndrome de Rett tienen una esperanza de vida de cuarenta años por sus complicaciones físicas.
La consecuencia más clara es que los pacientes van a necesitar un acompañamiento especial a lo largo de su vida, ya sea para lograr un desarrollo completo de sus capacidades comunicativas y emocionales o para superar las dificultades de movilidad. Las terapias y el tiempo pueden mejorar notablemente a un paciente, aunque también sucede que su condición empeore, son situaciones relativas a los contextos individuales. Lo que sí es común es que sufran de afecciones a la salud mental como depresión o ansiedad por saberse diferentes y tener que enfrentar la vida con esas dificultades, sobre todo en la adolescencia y la edad adulta.
¿Cómo ayudar a una persona que sufre autismo?
El autismo no tiene una cura biológica, aunque hay tratamientos con ese enfoque, pues proviene de una estructura cerebral particular. El tratamiento más efectivo en los TEA es la terapia, de acuerdo a las necesidades del paciente.
Hay terapias tanto para mejorar sus habilidades comunicativas como para mejorar sus habilidades sociales, el acompañamiento permanente también brinda resultados aunque los casos más exitosos no lo necesitan en la edad adulta. Aunque a veces es necesaria la educación especial, personas con TEA pueden asistir a la escuela regular bajo programas de inclusión.
Al ser una condición permanente, es importante no caer en la frustración sino disfrutar los pequeños progresos. Cuando nos vayamos a dirigir a una persona con alguna forma de TEA debemos respetar sus manera de interactuar, darles el espacio para que se sientan cómodos y no tomar su comportamiento como algo personal.
¿Quién te puede ayudar?
La detección temprana del autismo puede hacer que el acompañamiento profesional de sus frutos más efectivamente, ante los signos de alarma descritos es importante consultar al pediatra y luego asesorarse para conseguir los terapeutas adecuados. En nuestra página encontrarás terapeutas que podrán ayudarte en este proceso.
Al ser una condición biológica puede ser exigente para los entornos familiares, por eso también se aconseja el acompañamiento a los cuidadores de personas con alguna forma de TEA.
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